El segundo viaje de Jesús

Escrito el 28/03/2019
Iglesia Rey de Gloria


Lección 13

Evangelios Sinópticos

Texto base: Mt. 8:18-9-34; Mc. 4:35; Lc. 8:1-56


Introducción:

      En la lección anterior enfocamos algunos aspectos iniciales del gran ministerio galileo del Señor Jesús, comenzando con las sanidades, el perdón de los pecados, el mensaje alentador a Juan el Bautista y el reproche a las ciudades que no supieron reconocer el tiempo del Señor sobre ellos. Todo esto, siempre en el contexto de la predicación del evangelio del reino.

     Al continuar esta sección del ministerio y el segundo viaje por Galilea, el Señor inicia con esa hermosa alabanza al Padre agradeciendo su bendición, revelación y descanso sobre la gente sencilla.

En aquel tiempo, respondiendo Jesús, dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y de los entendidos, y las revelaste a los niños (Mt. 11:25).

Durante esta segunda gira por Galilea el Señor dedica tiempo a la enseñanza con las mujeres y mucho tiempo para la liberación de los endemoniados y sanidades diversas. Cristo ha demostrado su gloria y divinidad a través del control sobre la naturaleza, las enfermedades y los demonios. Cabe recordar una vez más, que el objetivo particular de este estudio es dar un vistazo panorámico del gran ministerio galileo; más adelante estudiaremos a detalle: el Gran Sermón del Monte, el ministerio de Sanidad del Señor Jesús, y la formación de los doce, para luego terminar con la jornada final del Señor Jesús. Cada una de estas unidades será estudiada a detalle. 

1.     Jesús ofrece su revelación y descanso a los sencillos (Mateo 11:25-30).

     Después de reprobar la incredulidad de la gran mayoría de sus oyentes, el Señor proporciona consuelo a los verdaderamente necesitados, Exalta al Padre por haber dado el conocimiento a la gente sencilla, escondiendo la verdad divina a los sabios y entendidos. Dios es quien abre el corazón, o bien lo endurece, como en el caso del Faraón, en la época de Moisés. "Pero esto no sucede sin una decisión personal del hombre, sino que en cierto modo no es más que la respuesta de Dios a su alma, ya cerrada, que se ha vuelto impenetrable ante su Palabra.

  “Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre”

El Señor deja establecido y bien claro, que él tiene potestad divina, y que todo lo que él hace y declara sobre la vida del hombre de fe, tiene efectos para la eternidad y la salvación.

 “…y nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni al Padre conoce alguno, sino el Hijo”

La estrecha relación de Cristo con el Padre queda manifestada en esta poderosa declaración de comunión entrañable y eterna, esta declaración revela la preexistencia de Cristo a lado del Padre. (Jn. 1:1,2)

 “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados…”.

Con base en lo anterior, Cristo ofrece al hombre:

o   Revelación del conocimiento celestial y el plan Mesiánico.

o   Descanso a los trabajados y cansados, a los que están hastiados de la vida y la religión sin fruto. (vr.28)

o   Dejar el yugo pesado para llevar el de la mansedumbre y la humildad como características de los ciudadanos del reino de los cielos (vr.29)

o   Llevar el yugo de Cristo, como quien ha de servirle y encontrar gozo en la carga ligera de su cruz; Así al venir a Jesús se toma el yugo del discipulado y se deja el yugo de la pesada carga de la vida, el temor, la duda, el pesar y  la religión sin esperanza.

2.    El Señor Hace una Gira de Enseñanza y Sanidad en las Aldeas de Galilea Frente a la Oposición de sus Enemigos

(Mt.  8:18—9:34; 12:22—13:58; Mc. 3:19—6:6; Lc. 8:1-56)

     En ese contexto es que el Señor inicia su segundo viaje por Galilea, ahora, el Señor sale a predicar y anunciar el evangelio del reino de Dios.

     Después del episodio en la casa de Simón, el Señor salió a los pueblos y ciudades de Galilea para anunciar el evangelio del reino de Dios, junto con sus discípulos. (Lc. 8:1). Pero Lucas hace un gran énfasis en el tiempo que el Señor dedica a enseñar a las mujeres que le seguían y le amaban.

Jesús dedica tiempo a Las mujeres que le servían:

o   Algunas mujeres que habían sido  liberadas de demonios o sanadas de enfermedades, entre ellas María Magdalena (Lc.8:2)

o   Mujeres que le servían con sus bienes (Lc. 8:3) Ya se había despertado la hostilidad de los líderes religiosos, y da la impresión de que las sinagogas ya no están abiertas para El. Por tanto, predica al aire libre

o   Jesucristo está libre de los prejuicios de su tiempo contra las mujeres. Los rabinos de aquel entonces reusaban dar clases a las mujeres; ni siquiera les hablaban en público. En cambio, Jesús manifestó una indiferencia absoluta hacia las distinciones de sexo, raza, rango u ocupación.

o   Tres mujeres sufragan los gastos del Señor y sus discípulos (Lc.8:3). Contrario a lo que muchos hombres no hicieron, Lucas reporta a estas mujeres:

1.       María Magdalena, quien no era una mujer de mala fama, como la identifica una tradición que se remonta a la Edad Media, sino una persona de la cual habían salido siete demonios.

2.       Juana, la esposa de Chuza, hombre pudiente por ser intendente del rey Herodes.

3.       Susana, acerca de la cual no se sabe nada más.

Este pequeño grupo de mujeres permanece fiel a nuestro Salvador hasta el fin. En el Calvario, cuando han huido todos los discípulos menos Juan, ellas están presentes. Son las que preparan el cadáver de Jesús para la sepultura, y son las primeras en llegar a la tumba en el día de la resurrección (Lucas 23:55, 56; 24:10).

 

3.    Jesús Manifiesta su Gloria y Divinidad Sobre la Naturaleza

     Aunque este evento lo veremos a detalle en la formación de los doce, es necesario repasarlo como parte de la vista panorámica del ministerio galileo.

     Al anochecer, cruza el lago en una barca. Cristo calma la tempestad (Mateo 8:23-27; Marcos 4:24-41; Lucas 8:22-25). En este relato vemos la humanidad del Señor. Jesús había trabajado intensamente, casi más allá de los límites de su fuerza física.

     El cansancio físico le había llevado a buscar un descanso, por lo que dormía profundamente. En el transcurso del viaje, se levanta una de las repentinas tempestades que caracterizan a esta extensión de agua. El mar de Galilea está rodeado de cerros, por lo cual "las tormentas se encajonan en la hondonada, agitan profundamente el mar y hacen casi imposible gobernar la embarcación". Esta tempestad fue tan grande, que espantó a los discípulos, a pesar de estar acostumbrados a tormentas en el mar. Entonces despertaron a Jesús y le dijeron;

"Maestro ¿no te importa que perezcamos?" (Marcos 4:38 BJ).

     Sólo Marcos nos dice las palabras que Jesús le dirige al mar: "Calla, enmudece", como si se tratara de un animal feroz. El hecho de que cesa el viento y sobreviene una gran bonanza señala que Jesucristo tiene dominio sobre la naturaleza, lo cual es evidencia de su divinidad. En medio de la tempestad y el temor de los discípulos, el Señor les enseña dos cosas:

Él tiene control absoluto sobre la naturaleza porque él es Dios, así reprende a los vientos y la tempestad y le obedecen (Mc. 4:39; Lc.8:24)

La fe puede detener cualquier tempestad sobre nuestra vida. (Mc. 4:40; Lc. 8:25)

 

4.    Jesús Manifiesta su Dominio Sobre los Demonios

(Mt. 8:28-34; Mr. 5:1-20; Lc. 8:26-39)

     Cristo libera a dos endemoniados gadarenos (Mateo 8:28-34; Marcos 5:1-20; Lucas 8:26-39). Nuestro Señor y sus discípulos llegaron finalmente a la orilla oriental del mar de Galilea, a la región de los gadarenos. Mateo narra que fueron dos los endemoniados que salieron al encuentro de Jesús, pero Marcos y Lucas sólo mencionan a uno, probablemente porque éste era el personaje principal.

     Notamos la fuerza sobrenatural del endemoniado. Destroza los grillos y nadie lo puede dominar. Lleva una vida que no le permite descansar ni dormir, sino sólo gritar continuamente y herirse con piedras. El nombre de "legión" indica la gran cantidad de demonios que ha tomado posesión del este hombre. La "legión" era una división del ejército romano, que tenía en aquella época entre tres mil y seis mil soldados de a pie, además de la caballería. Los demonios sabían que se les había señalado un plazo antes de ser arrojados al abismo:

"¿Has venido acá para atormentarnos antes de tiempo?"

 Por eso prefirieron ir a habitar en los cerdos, antes que ir al lugar de castigo (Lucas 8:31). Los cerdos se asustaron y se arrojaron al despeñadero, reacción que no habían previsto los espíritus.

5.    Jesús Hace Sanidades y Milagros en Esta Segunda Gira por Galilea

(Mt. 9: 18-26; Mc. 5:21-43; Lc. 8:40-56)

La curación de una mujer con flujo de sangre:

Jesús volvió nuevamente al lado occidental del lago, probablemente a Capernaúm. A su encuentro acudió Jairo, uno de los ancianos de la sinagoga. Este le rogó que fuera a su casa y sanara a su hija de doce años, que estaba agonizando.

Mientras Cristo iba hacia la casa de Jairo, se desarrolló un episodio interesante. En medio de la aglomeración se halla una pobre mujer, enferma con flujos de sangre. Su enfermedad la humillaba y la debilitaba. Además, la ponía en un estado de impureza legal (Levítico 15:25) que le impedía todo trato normal con sus semejantes y la marginaba de toda actividad pública.

La mujer con flujo de sangre: Esta mujer luchó desesperadamente por acercarse al Señor, con la confianza de que si podía tocar aunque fuera el fleco de su túnica, quedaría sana. La multitud se apretujaba junto a Jesús, pero sólo una persona lo tocó con fe, y salió sana. El Señor hizo notar que la fe de aquella mujer era la que la había sanado. La fe siempre es la condición y el fundamento de la acción sanadora y salvadora de Dios en el hombre.

o   Se trata de una mujer que había gastado en médicos  todo lo que tenía sin poder ser sanada

o   Esta mujer al ver pasar a Jesús cree firmemente que si toca, solo el borde del manto del Señor, será sanada

o   Arriesga su propia vida al pasar entre la multitud debido a la prohibición levítica a las mujeres con flujo de sangre

o   Finalmente Jesús la sana y destaca su fe.

La resurrección de la hija de Jairo:

     Al ir de camino con el Señor hacia su casa, Jairo recibe la noticia de que su hija ha muerto, sin embargo esto no desalentó en absoluto a Jesús, quien le dirigió unas palabras de consuelo al afligido padre:

"No temas, cree solamente".

o   "La niña no está muerta, sino duerme." Ya en pleno duelo  oriental llevado a cabo por los flautistas alquilados, junto con los plañideros, quienes daban un espectáculo de congoja y luto por dinero, Jesús hace una demostración de su absoluto control, tanto de la muerte como de la vida

"La niña no está muerta, sino duerme."

o   “Niña, a ti te digo, levántate” En medio de un ambiente de hostilidad, e incredulidad  por parte de los que estaban en la casa haciendo duelo, el Señor ordena a la muchacha levantarse

Conclusión:

     En forma resumida, Mateo describe el último recorrido de nuestro Señor en Galilea. Enseña, predica y sana en "todas las ciudades y aldeas" (poblaciones sin murallas) de Galilea. Flavio Josefo, el historiador judío de aquella época, nos dice que había nada menos que doscientas cuatro ciudades y aldeas en aquella provincia. Al ver las multitudes y su lamentable situación espiritual, Jesús les envió a los doce discípulos. La labor de ministrar a tanta gente era demasiada para una sola persona. Además, el Señor miraba hacia el futuro, cuando ya El no estuviese en la tierra y otros llevaran a cabo su ministerio. Ya era hora de preparar a sus mensajeros para dicha empresa. La experiencia en el ministerio es tan importante como el aprendizaje teórico. El envío de los Doce se realizó en cuatro pasos: a) darles una visión de la humanidad para inspirar en ellos compasión; b) apremiarlos a orar; c) investirlos de poder y, d) enviarlos a predicar.

Jesús sintió una compasión entrañable por el pueblo, porque lo vio como ovejas que no tenían guía ni amparo. El término traducido "desamparadas" (Mateo 9:36) quiere decir "acosadas" como un animal silvestre acosado por los perros, "vejadas" por quienes carecen de misericordia y "agotadas", como los viajeros cuando están tan cansados que no pueden dar un paso más. La palabra "dispersas" puede traducirse también "postradas", como una persona que está tirada en el suelo después que la han herido mortalmente. Así es la persona azotada por el pecado y sin nadie que la guíe espiritualmente. El pueblo de Galilea necesitaba enseñanza y orientación espiritual.

Así, en este contexto, y ya con el panorama del gran ministerio galileo; daremos paso a los siguientes cursos de los fundamentos de nuestro discipulado.