Cristo antes de su encarnación

Escrito el 21/03/2019
Iglesia Rey de Gloria


Lección 4

La vida y enseñanza de Cristo en los Evangelios Sinópticos

 


A diferencia de Juan que empieza su exposición hablando de la divinidad de Jesús porque ese es el enfoque general de todo su escrito, los evangelios sinópticos inician su reporte con la encarnación del Hijo de Dios. Mateo abre con su genealogía humana, es decir, su solidaridad e identificación genuina con el hombre. Marcos por su parte inicia presentando la inauguración del ministerio público del Señor, es decir, su acción humana entre los hombres. Al mismo tiempo, Lucas empieza hablándonos de la anunciación de su nacimiento, de su comienzo humano entre los hombres. Como podemos ver, el énfasis de los tres está en la maravilla de la gracia divina de que cuando vino el tiempo, Dios visito al hombre tomando su naturaleza y caminando entre nosotros como hombre. Así el enfoque general de los sinópticos sería:

El Hijo del Hombre es Dios

Mientras que, el enfoque de Juan sería:

Dios se convirtió en el Hijo del Hombre.

Sin embargo, esto no quiere decir que los sinópticos pasen por alto en sus exposiciones dejar bien establecido, desde el mero principio, que este descendiente de David que Mateo anuncia es Dios hecho carne. Que este hombre que inicia su ministerio de acuerdo con Marcos, es Dios y que este niño cuya concepción y nacimiento anuncia Lucas es el Hijo de Dios. En Mateo el ángel de Señor le dice en sueños a José (Mt. 1:21) que su mujer dará a luz un hijo que ha sido engendrado por el Espíritu Santo y que su nombre será Jesús porque El salvará al  pueblo de sus pecados. Y en la descripción del bautismo del Señor en 3:13-17, Mateo reporta el testimonio de Dios el Padre,

"...Este es mi hijo amado..."

Marcos inicia su evangelio de la misma forma que Mateo, es decir, hablándonos de la divinidad de Jesús pero en el contexto de su encarnación:

"Principio del evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios" (Mr. 1:1).

Lucas en su registro de la anunciación del ángel a María presenta todos los elementos de la divinidad de Jesús (1:31-35), pero claro, siempre en el contexto de su encarnación.

Asi que, iniciamos el estudio de la vida y enseñanza del Señor Jesús en los sinópticos dejando bien establecido el hecho angular de la fe cristiana:

"Jesús de Nazaret es Dios".

Para Mateo, Marcos y Lucas, la divinidad del Señor Jesús queda establecida, demostrada y comprobada por medio de tres elementos de la vida del Señor:

Lo que El creía ser, lo que El declaró ser y lo que El demostró ser”.

 

1. Lo que Jesús Creyó ser Desde el Mero Principio

·       La revelación muestra que Jesús, desde el mero principio posee una conciencia clara de su relación íntima y única con Dios el Padre al llamarlo "mi Padre" (Lc. 2:49). Aquí a la edad de 12 años, usa la expresión "mi Padre" con no menos intimidad, fuerza y significado que cuando la usa en el aposento alto al despedirse de sus discípulos.

·       A lo largo de su ministerio, esa conciencia clara de su relación única con el Padre se mantiene como una característica en su vida (Mt. 11:25-28).

·       El tono, contenido y carácter soberano de su forma de hablar muestra claramente su naturaleza divina (Mt.  5:34,37; 12:36 20:23 y 24:36).

2. Lo que El Declaro ser a lo Largo de Toda su Vida y Ministerio.

Las declaraciones de su propia persona están en perfecta armonía con lo que los evangelistas sinópticos nos muestran que pensaba de sí mismo.

Las declaraciones de sí  mismo son asombrosas pero no excesivas; de tal manera que aun oyéndolas superficialmente, se perciben como la revelación verdadera.

·       A lo largo de su ministerio nos encontramos a Cristo llamando  a los hombres a seguirlo, servirlo y a dar su vida por El. Esto automáticamente  lo pone en el lugar de Dios porque solo Dios tiene este derecho (Mt. 16:24; Mr. 8:34 y Lc.9:23)

·       Confesar su Nombre es reconciliarse con El y con el Padre (Mt. 10:32-3 3; Lc. 12:8-9). 

·       Declara que su palabra y su voluntad son la Palabra y la voluntad del Padre (Lc. 6:46-49; 11:28; Mt. 7:21-29; 12:49-50).

·       Se declara ser el cumplimiento de toda la Ley; su enseñanza en el sermón del monte tiene ese enfoque, pero especialmente (Mt. 5:17-20).

·       Su expresión favorita a lo largo de los sinópticos, "De cierto de cierto os digo" es una sustitución deliberada de la fórmula profética "Así dice el Señor". Al hacer esto el Señor Jesús, asume el lugar de Dios. Dios no habla a través de Él, Él es Dios hablando.

·       Declara haber venido a este mundo para dar su vida en rescate de la vida del hombre (Mt. 20:28; Mr. 10:45).

·       Su cuerpo quebrado y su sangre derramada son para la salvación del hombre (Mt. 26:26).

·       Morirá pero resucitará (Mt. 16:21; Lc. 13:32).

·       A Él se le ha entregado todo el poder (Mt. 28:18).

·       Volverá otra vez (Mateo 24 y 25).

3. Lo que a Través de su Vida y Ministerio Demostró Ser.

·       Demostró tener el conocimiento divino que solo Dios tiene.

o   Conocía el pensamiento de todos los hombres (Lc. 5:23).

o   Posee un conocimiento exacto y completo del tiempo (Mt. 24 y 25).

·       Demostró tener el poder que solo Dios posee. Cuando se enfocan sus milagros, no son los milagros de un hombre perfecto bajo el perfecto control del Espíritu; en Él los milagros son diferentes, no son manifestaciones aisladas del poder de Dios. Son profundamente naturales en El, son la manifestación de su propia naturaleza; cada milagro de Cristo es un gran sermón. A través de sus milagros comunica su poder a los demás (Mt. 10:8; Mr. 6:7).

·       Asume prerrogativas que solo le pertenecen a Dios.

o   Perdona pecados (Mr. 2:5-10).

o   Acepta adoración (Mr. 10:17-31).