Las fuentes de Información

Escrito el 21/03/2019
Iglesia Rey de Gloria


Lección 3

La vida y enseñanza de Cristo en los Evangelios Sinópticos

 


 

     Primero que todo, necesitamos enfatizar el hecho que, como iglesia, creemos, sostenemos y enseñamos la inspiración plenaria (todas las Escrituras, de Génesis a Apocalipsis son palabra de Dios), verbal (que Dios nos solo inspiró el pensamiento sino que guio al autor sagrado en la selección de las palabras) y dinámica de las Escrituras. Por inspiración dinámica queremos decir que el autor sagrado, en el momento de recibir y registrar la revelación, fue usado por Dios en pleno ejercicio de sus facultades, totalmente consciente de la realidad que vive. La inspiración de Dios fue tan dinámica que aun cuando el autor es tomado y levantado por el Espíritu Santo para que registre fielmente lo que Dios quiere decir, el autor tiene que pensar, reflexionar, investigar su tema, escoger las estructuras gramaticales y las palabras; y lo que es más, con cierta frecuencia el autor no está totalmente consciente de que está siendo usado por Dios para registrar su revelación infalible. ¡Así de dinámica es la inspiración divina! La inspiración divina jamás convierte al autor sagrado en máquina, robot o amanuense que un arrebatamiento extático reciba y escriba sin darse cuenta la revelación de Dios.

     Por lo tanto, cuando llegamos a Mateo, Marcos y Lucas, tenemos enfrente tres documentos (tres evangelios) diferentes, escritos por tres diferentes individuos, pero que en términos generales cubren el mismo tema porque ven la vida del Señor Jesús en la misma perspectiva. Como consecuencia, conservan entre si grandes concordancias de contenido, de estructura gramatical y de secuencia en la narración de los eventos. Habiendo tanto de que escribir acerca de Cristo y tantas formas y estructuras para expresarlo; ¿por qué se cubre, en términos generales, el mismo material y con mucha frecuencia en la misma forma? ¿Se copiaron? o ¿los tres consultan una misma fuente?

     Pero la situación se vuelve todavía más interesante cuando tomamos en cuenta el hecho de que aun cuando Mateo, Marcos y Lucas se parecen mucho, al mismo tiempo conservan grandes diferencias al contener cierto porcentaje de su contenido como algo exclusivo de cada evangelista (lo vimos en un cuadro sinóptico en la lección 2)

¿Qué pasó entonces? ¿Cómo guio el Espíritu Santo a estos tres escritores sagrados en la inspirada tarea de escribir estos tres evangelios

Los Evangelios Sinópticos no Pretenden ser Biografías Detalladas de la Vida del Señor Jesús.

     Esto significa que no son simples informes históricos como podría ser la biografía de un personaje famoso de la antigüedad. Estos escritores no son biógrafos dando un reporte completo, detallado y cronológicamente en orden de la vida del Señor Jesús. Bastaría comparar el orden de los sucesos presentados por Marcos 4 y 5 con Mateo 13,8 y 9 para comprobar lo anterior. Lo que los evangelistas están haciendo es desarrollar un tema evangelístico o teológico basado en algunos aspectos de la vida de Jesús, algunos eventos y enseñanzas suyas (no todos los aspectos de su vida, no todos los eventos, no todas sus enseñanzas), con el propósito de presentarlo a sus lectores inmediatos como el Cristo, como el Hijo de Dios, como la única solución de Dios para los problemas del hombre,

para que todo aquel que en Él cree, tenga vida eterna”.

Estos Evangelios Fueron Preparados y Luego Escritos en la Plenitud de lo que es la Inspiración Dinámica:

1.     La primera fuente de donde los tres evangelistas tomaron al sentarse a escribir fue lo que se conoce como “la tradición oral”. Los primeros líderes y predicadores de la iglesia a partir de Pentecostés no contaban con nada escrito sobre la  vida y enseñanzas del Señor y sin embargo tenían el mandamiento y la necesidad de predicar. Así que, conforme el Espíritu Santo los guiaba, comenzaron a predicar y enseñar de memoria, en forma oral. Y por donde quiera que iban, predicaban y enseñaban el evangelio con forme el Espíritu les recordaba todas las cosas acerca de la vida, obra y enseñanza de Cristo. Y en la medida en la que estas cosas, y este mensaje era repetido, se fue formando una tradición oral. Es decir, todo lo relacionado con la persona, obra y enseñanza del Señor Jesucristo que el Espíritu Santo quiso preservar, se memorizó y se empezó a transmitir en forma oral. Cuando, 30, 35 y 40 años de predicación oral del evangelio, Marcos, Lucas y Mateo se ponen a escribir, es natural pensar que toman en cuenta esta tradición oral como base en la composición de sus evangelios. 

2.     La segunda fuente de la que los evangelistas toman para escribir sus evangelios es “el contacto personal entre ellos mismos” que de alguna manera les permitió compartir experiencias y comparar notas:

·       Juan Marcos, habitante de Jerusalén hasta el tiempo de Herodes Agripa I (44 d.C.) Hechos 12:12. Visitó Antioquia y participó en la evangelización de los gentiles con Pablo y Bernabé (Hechos 13:4-5). Estuvo toda su vida asociado con los primeros líderes de la iglesia, por lo que es natural asumir que conoció a Lucas y a Mateo y que tuvo la oportunidad de compartir con ellos.

·       Mateo vivió en Jerusalén durante el tiempo que Marcos estuvo allí, porque los apóstoles no salieron de Jerusalén sino hasta la muerte de Esteban (Hechos 8:1)

·       Lucas y Marcos trabajaron juntos (Col. 4:10, 14; 2Tim. 4:11).

·       En todo esto, la inspiración del Espíritu Santo estuvo presente guiando y controlando la tradición oral y el intercambio personal de los escritores.

3.     Sin embargo, la tercera fuente de la que los evangelistas bebieron es la dirección personal del Espíritu Santo que guió a Marcos, Lucas y Mateo:

·       A darle a su escrito un objetivo y énfasis especifico.

·       A hacer investigación personal e incluir material que va de acuerdo al objetivo personal y que los demás evangelistas no incluyen.

·       A recordar personalmente aquellas cosas de la vida, obra y enseñanza del Señor que estando en armonía con el énfasis personal, vienen a complementar el cuadro total que del Señor Jesús presentan los sinópticos.

·       Todo esto explica por qué los Sinópticos se parecen mucho y al mismo tiempo difieren tanto.