La perfección de la Gracia

Escrito el 22/04/2020
Pastor César Jiménez


¡Cuán preciosa, oh Dios, es tu misericordia!

Por eso los hijos de los hombres se amparan bajo la sombra de tus alas

 

Lectura del día: (Salmo 36)

No solamente necesitamos reconocer la misericordia del Señor, sino también la manera en que el Señor la imparte sobre aquellos que le buscan, como quién busca la protección divina. Este salmo describe a detalle la perfección de la gracia, a tal punto, que podría compararse con la plenitud de la gracia divina en Jesucristo. Se describen de inmediato los conceptos divinos que perfeccionan al hombre y engrandecen a Dios porque es un contraste entre la maldad humana frente a la perfección divina sobre el ser humano que vive reconciliado con Dios.

 

“Jehová, hasta los cielos llega tu misericordia, Y tu fidelidad alcanza hasta las nubes”: Se describe la gran dimensión de la bondad y la gracia divina, es como se derrama la gracia sobre nosotros, con el fin de que seamos capaces de comprender la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, y de conocer el amor de Cristo. Cuando venimos a Dios y depositamos en él toda nuestra confianza, nos refugiamos bajo la sombra de sus alas. El conserva nuestra vida y nuestra salud solamente cuando recurrimos a su gracia con fe y obediencia, y lo hace por amor a su Pacto Eterno.

“Tu justicia es como los montes de Dios”. La justicia de Dios se basa en la rectitud que es tan insondable como la profundidad de los océanos y tan basta y alta como los montes de Dios, esos montes que simbolizan la presencia de Dios en las Alturas, Él es justo por una cualidad divina, no por los medios que el ser humano conoce y Dios nos invita a conocer sus caminos para encontrarnos frente a su justicia y ser perfeccionados en la comunión con él.

¡Cuán preciosa, oh Dios, es tu misericordia! Es una exaltación de la hermosura de Dios y su misericordia como parte de su carácter perfecto, en él hay lugar para la preservación del hombre y aún los animales por ser parte de su maravillosa creación. Recurramos a Él sin esperar más es el único camino para la conservación de nuestras vidas.

“Serán completamente saciados de la grosura de tu casa”. Quiénes confían en Dios verán la mano del Señor como pastor eterno de sus vidas, serán saciados de los bienes de la casa de Dios. Hemos hallado la fuente eterna, el manantial de la vida, solo él puede saciar el alma sedienta.

“En tu luz veremos la luz”: “Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no andará en tinieblas; sino que tendrá la luz de la vida” (Jn.8:12). Cristo vino a ser la perfección de la gracia para ayudarnos  comprender que pronto veremos la luz del Señor, aunque andemos en el valle de sombre de muerte, aunque pasemos el tiempo de las tinieblas de la lucha, la Luz del Señor nos guiará a cobijarnos al amparo de sus alas eternas.

 

“Creamos en la promesa de Cristo, nunca andaremos en tinieblas”

 

Pastor: César Jiménez