Las misericordias de Dios

Escrito el 24/03/2020
Pastor César Jiménez

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Las misericordias de Jehová cantare perpetuamente. De generación en generación haré notoria tu fidelidad con mi boca. Salmos 89:1

Texto de Lectura: (Lamentaciones 3:18-25)

Cuando Israel quedo devastada debido a la conquista de los babilonios, la tierra y los pocos ciudadanos empobrecidos a causa de la desolación de su pueblo habían perdido la esperanza en el futuro de la nación. Jeremías escribió poemas de lamento sobre la ciudad, el profeta hablo en nombre de la nación manifestando a Dios lo profundo de su dolor y clamó a sus Misericordias.

Ante las nuevas circunstancias, la descripción contrastaba completamente con las bendiciones que Dios les había concedido en el pasado, la gloria de Israel había desaparecido y no quedaba más que reconocer la desobediencia a las palabras de Dios.

Jeremías describe en su propia persona el sentir del pueblo; se sentía viejo, aprisionado y amargado por causa de las circunstancias. Pero el mismo profeta reconoce y responde por todo israelita:

“Y mi alma se alejó de la paz, me olvidé del bien, Y dije: Perecieron mis fuerzas, y mi esperanza en Jehová. Acuérdate de mi aflicción y de mi abatimiento, del ajenjo y de la hiel”

Solo cuando el pueblo se arrepiente y se humilla delante del Señor reconociendo su pecado se puede pensar en la restauración. Por esto el profeta reconoció que la alegría y el gozo pueden ayudar al alma abatida y decidió esperar en Dios. En Dios tenemos esperanza de restauración; oremos apelando a sus misericordias:

  • Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos: Hay que recurrir al pacto de amor que Dios ha establecido con sus hijos. Dios nunca cambia y el amor que el tiene por sus hijos no cambiará tampoco. Necesitamos pedir perdón a Dios y volvernos a Él para ser restaurados.
  • Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad: Dios afirma su fidelidad en los mismos cielos él nunca falla a bendecir a toda su creación, nunca nos abandonará.
  • Mi porción es Jehová, dijo mi alma; por tanto, en él esperaré: Hay que vivir con la fe puesta en que aun cuando falte todo, Dios es la mejor porción para un alma sedienta: “mi alma tiene sed del Dios vivo”  En él hay vida y esperanza.
  • Bueno es Jehová a los que en él esperan: Pedir a Dios fortaleza para esperar en su misericordia cada día.

La reflexión de Jeremías nos enseña como debemos responder ante una situación de crisis, Dios es eterno y él no cambia.

 


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