La familia y su vida devocional


Estudio 10

Discipulado familiar

Texto base: Ex. 20:10; Joel 2:15,16; 1ª.Ti. 3:4,5


El tono general, tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento es que el hogar es principio y centro de la vida espiritual del pueblo de Dios. Ya al cierre del libro de Génesis, la adoración a Jehová, consistente en el reconocimiento de su presencia y bendición en el pasado, presente y futuro se da en el contexto de una familia reunida y de sus relaciones. La Pascua, la más grande experiencia de adoración para el judío, era algo que en su esencia se celebraba en el seno de la familia. La santificación del sábado era un evento que integraba íntimamente a la familia (Ex.20:10). Aun Joel en el crepúsculo de la era profética ve la adoración nacional centrada en la familia (Joel 2:15-16).

Así pasamos al Nuevo Testamento, y el énfasis es el mismo. Desde las primeras páginas notamos la importancia de la adoración en el sentido de que demanda la participación de la familia. Los padres no venían solos a Jesús, sino que sentían la necesidad de traerle también a sus pequeños (Lv.18:15-17). Seguimos el avance de la revelación y vemos que es la fe de la familia la que sustenta la vida de la iglesia neotestamentaria. Pablo aclara a Tito y a Timoteo que el servicio y la adoración pública sin servicio y adoración en el seno de la familia pervierte el plan de Dios (1ª Ti. 3:4-5).

Así que si bíblicamente el hogar es principio y centro de la vida espiritual del pueblo de Dios, entonces es apenas natural que la adoración, el aprendizaje de la Palabra y la oración comiencen y cobren fuerza en el seno del hogar, para de allí ser llevados a la comunión de la iglesia. Y sabemos que la mejor forma de concientizar a la familia de su naturaleza vital y de la importancia de su participación como tal en el cumplimiento de la misión de la iglesia es por medio de la práctica de la adoración en su intimidad.

En la Biblia no encontramos un formato preestablecido para la práctica devocional familiar. Lo que si encontramos es la antorcha de fe, encendida en el seno de la familia de donde se toma el fuego para encender la antorcha de la comunidad del pueblo, y la antorcha de la comunidad de la iglesia de Dios. También encontramos el mandamiento de mantener a todo costo esa antorcha encendida. Por lo que, entendemos que Dios deja en libertad a cada familia suya para que sobre la base de los principios generales de la revelación y de las necesidades particulares de cada familia, los padres vayan edificando en forma creativa este evento dinámico y poderoso que hemos dado por llamar, devocional familiar. Así la situación, sugerimos los siguientes lineamientos que a través del tiempo han sido útiles a muchas familias en la edificación de su vida de adoración íntima.

Lo Que Es El Devocional Familiar

·       Es un espacio que cada familia abre. Se trata de un tiempo breve, estratégico y dinámico que cada familia en su intimidad sagrada aparta para fortalecer su identidad de familia adorando, orando y estudiando la Palabra juntos.

·       Es un evento formativo que al estar compuesto por la adoración, la oración y el estudio de Palabra, está diseñado para imprimir en el ser de cada miembro de la familia la necesidad permanente de adorar, orar y estudiar la Palabra.

1.        La adoración y alabanza debe ser breve, viva, dinámica y cristocéntrica, y de una manera muy enfática debe expresar el espíritu de devoción y alabanza de cada familia en particular. Esto es, cada familia debe crear su propia dinámica de adoración y debe usar el tipo de alabanza que más le edifica.

2.       La oración debe integrar y hacer participar a todos los miembros de la familia al promover la dependencia de Dios. Esta debe ser la oportunidad para que cada quien exprese sus necesidades personales, y todos se unan en la intercesión unos por otros.

3.       El estudio de la Palabra:

·       Debe ser realmente una lectura parafraseada del pasaje escogido para la ocasión.

·       Debe ser breve, interesante, creativa y aplicada a las necesidades de la familia.

·       Jamás debe ser el momento para que papá o mamá prediquen a los hijos o a sí mismos. No es el momento para resolver problemas familiares.

El Fundamento Bíblico Sobre El Que Se Levanta La Vicia Devocional Familiar

La vida devocional de la familia se levanta sobre el principio bíblico del sacerdocio universal del creyente por el que cada individuo, hombre o mujer, joven niño o adulto que se ha reconciliado con Dios por medio de Jesucristo es un participante activo y ministro de la gracia de Dios, de Su reino y de Su misión aquí sobre la tierra. Cada creyente tiene el privilegio y la responsabilidad de representar a Dios ante el mundo, y al mundo ante Dios. Cuando la familia entiende y vive el sacerdocio universal del creyente, el primer lugar donde lo debe aplicar es en su vida devocional. Cuando esto ocurre, la familia no se reúne a Oír, Sino a participar en la adoración, en la oración y en la lectura y reflexión de la Palabra. Todos tienen una contribución que hacer en actitud, hecho y palabra a la edificación de la familia como unidad.

Principios Prácticos Que Se Deben Tomar En Cuenta Al Familiar Armar El Devocional

·       Debe ser un evento familiar flexible. Esto es, debe ser una experiencia espiritual que se adapte a las necesidades de la familia en lo que tiene que ver con horario, forma y duración.

·       Debe ser una experiencia práctica. En otras palabras, los padres deben asegurarse que el contenido del evento realmente hable y ministre a las necesidades prácticas de cada miembro de la familia.

·       Debe ser algo espontáneo y natural. Jamás debe tomar el formato de un culto. Esto mataría la experiencia antes de empezar. El devocional debe seguir la forma íntima de ser de la familia, y aprovechar los momentos y eventos estratégicos de la vida familiar durante el día para armar el devocional alrededor de ellos: cumpleaños, celebración de buenas calificaciones de alguien, ascenso en el trabajo, graduaciones, XV años, aniversarios, bodas, funerales, crisis en la vida de algún miembro, etc.

·       Debe ser una experiencia caracterizada por un alto grado de creatividad y variedad en la alabanza, en formas de orar, de leer la Palabra, y en el horario.

·       Debe ser un evento en el que se viva intensamente el sacerdocio universal del creyente por medio de la participación plena de cada miembro.

·       Debe ser un ejercicio consistente. Hay que ser fieles en practicarlo, aun cuando la familia se encuentre atravesando por presiones de tiempo o problemas.

Conclusión

La importancia de la vida devocional familiar reside en el hecho de que constituye el terreno donde se siembran, se cultivan y se desarrollan para toda la vida los elementos fundamentales de la espiritualidad cristiana, como es la adoración, la oración, el estudio devocional de la palabra y la ejercitación del sacerdocio universal del creyente