Prodigios y señales



Lección 4

Hechos

Texto base: Hechos 3


Necesitamos recordar el bosquejo general del libro expuesto en la primera lección. La misión de la iglesia es Jerusalén, el centro, el corazón de la nación judía. Se trata de la evangelización de los de la propia casa. El capítulo 3 contiene el segundo ejemplo de los elementos del avivamiento en acción. El primer ejemplo fue el caso mismo de Pentecostés donde vino la manifestación sobrenatural del poder de Dios que llama la atención, asombra, y conmueve. Detrás vino la predicación ungida, poderosísima del evangelio de Jesucristo, y tres mil almas se rindieron a sus pies, ¡tres mil judíos empedernidos se vuelven a Dios en arrepentimiento, y reciben a Cristo como su Mesías Salvador! Ahora tenemos el segundo caso en el que volvemos a ver la manifestación sobrenatural del poder Dios, y luego la predicación poderosa que vuelve a traer a los pies de Cristo otra multitud.

Es de vital importancia observar que los portentos y maravillas de Dios no se dan en forma aislada. Siempre son señales ("semeiones") que apuntan, que llevan a Cristo. Siempre ocurren en el contexto estricto de la predicación del evangelio para confirmarla, ya sea como introducción, o como conclusión, pero siempre para demostrar que el evangelio predicado es la verdad de Dios.

1.- La manifestación del poder sobrenatural de Dios (3:1-10)

Primero observemos la fe y la sensibilidad que deja el espacio abierto para la manifestación soberana del poder de Dios.

En el caso de Pedro y Juan:

·       Es claro que se trata de la manifestación de los dones de fe, y sanidades. (1ª. Co. 12: 9) El Espíritu Santo le dice a Pedro que declare la sanidad del cojo porque éste será sanado. Pedro confía en el Señor, y actúa sin temor a hacer el ridículo. En el vr.16 Pedro explica que ha sido por la fe en Cristo que el cojo está sano.

·       Pedro ordena la sanidad en el Nombre de Jesús (vr.6)  No confía en su gran apostolado sino en lo que Jesucristo es

·       Otro acto de fe es el hecho que después de hacer la declaración que el Espíritu le ordena, toma al cojo por la mano, y lo levanta (vr.7). Es fe porque ¿qué hubiera pasado si el cojo no hubiera podido andar?

·       Pedro da todo el crédito a Cristo ante la multitud que creía que el milagro se había realizado por el poder que la santidad que poseían les daba (vr.12).

·       Pero el cojo también expresó fe al obedecer el mandato de Pedro, y hacer el intento de ponerse en pie.

Ahora veamos el milagro en sí:

Se trata de la sanidad instantánea de un hombre cojo de nacimiento que tenía ya más de cuarenta años de edad. La necesidad de este hombre es confrontada por el poder sobrenatural de Dios que vino sobre la iglesia en el bautismo con el Espíritu Santo, y que pone a los discípulos por primera vez en conflicto con las autoridades judías:

·       El hombre cojo representa la condición humana en necesidad de Cristo. Era un hombre "llevado y puesto" a las afueras del gran templo del judaísmo para que pidiera una limosna. El sistema judío no le permitía entrar más allá del atrio de los gentiles por causa de su defecto físico. Así que social y religiosamente era un hombre totalmente desahuciado. Pero no para Cristo. Esta es la maravilla y el milagro de los milagros del evangelio de Jesucristo.

·       Este hombre estaba acostumbrado a recibir limosnas. Es decir, unas cuantas monedas por lástima. Los que le daban no lo trataban como ser humano, y nunca lo miraban a los ojos. Siempre había sido tratado como objeto de lástima, empezando por su propia familia. Pero Jesús no nos trata así. Pedro le dijo "¡míranos!" Cristo involucra al ser humano, y demanda fe participativa, involucramiento en el proceso. El necesitado es más importante que su necesidad. Esa es la actitud de Cristo, y esa es la actitud del verdadero avivamiento.

·       El enfermo fue sanado en El Nombre de Jesús de Nazaret que literalmente significa que fue sanado por Cristo, ya que el nombre es la expresión de la esencia. Por tanto, "en el Nombre de Jesús" no es una fórmula, sino una relación de esencia con Jesús. Este hombre no recibió una limosna sino la sanidad. Pero más que la sanidad, recibió la vida física y espiritual. ¿Nos podemos imaginar lo que la sanidad significó para este hombre que por más de cuarenta años había estado tirado en el suelo y tratado como polvo de la tierra?

2.- La conmoción de la multitud (3:11)

Este es el segundo elemento del verdadero avivamiento. Hay conmoción, hambre y sed de Dios en las multitudes, en el pueblo. La gente se siente necesitada, y responde con gran facilidad al llamado de Dios. Aquí cuando la multitud se enteró de lo que había pasado, se juntó atónita alrededor de los tres. Esta situación abrió el espacio para la predicación. En el avivamiento los milagros no ocurren separados de la predicación, sino que son "señales" que guían a Cristo. Esto es precisamente lo que ocurre aquí. El milagro sensibiliza y prepara para escuchar el mensaje de la Palabra que es el que trae a los pies de Cristo al necesitado.

3.   La proclamación del evangelio (3: 12-26).

Este es el tercer elemento de la expansión de la iglesia en Jerusalén, y el más importante porque es la presentación del plan de salvación:

Pedro empieza su mensaje dándole al Señor toda la gloria. El milagro había sido realizado por Cristo, y no por el poder o la piedad de Pedro y Juan. Esta actitud y acción es característica de la verdadera renovación espiritual, porque la verdadera espiritualidad es humilde.

En seguida Pedro señala el problema, el cual es el pecado del pueblo:

a)       Traicionaron a Jesús (lo entregaron en manos de inicuos).

b)      Lo rechazaron y pidieron a Barrabás en su lugar.

c)       Lo mataron clavándolo en un madero.

 

Pero Dios el Padre lo levantó de entre los muertos porque es el Mesías Salvador del mundo. Sólo en él hay lo que el hombre necesita:

a)       Sanidad

b)      Perdón de pecados

c)       Tiempos de refrigerio (bautismo con el Espíritu)

 

Pedro concluye con el llamamiento al arrepentimiento recordándole al pueblo que ellos son el pueblo de la promesa, los hijos de los profetas, los hijos de la casa:

a)       Para perdón de pecados

b)      Reconciliación con Dios por medio del Mesías

c)       Bautismo con el Espíritu Santo.