Cristo mediador de un mejor pacto


Lección 10

Hebreos

Texto base: Heb. 8:1-13


Introducción:

Al acercarnos a este tema necesitamos recapitular lo que el escritor de la epístola ha venido enfatizando acerca del gran sumo sacerdote que tenemos en el Hijo de Dios, esto es necesario para no perder de vista el objetivo central de todo el libro; “vivimos ahora bajo un mejor pacto” ministrado por el sacerdocio eterno de Cristo. El autor de la carta a mantenido el siguiente orden:

·       Tenemos un gran sumo sacerdote que traspaso los cielos (4:14)

·       Es tomado de entre los hombres y designado sacerdote según el orden de Melquisedec (5:1-10; 6:20)

·       El sacerdocio de Melquisedec es superior al sacerdocio levítico (7:1-10)

·       Tenemos un sumo sacerdote que ministra en el cielo (8:1,2)

En ese orden llegamos a nuestro capítulo 8 donde la transición del tema o los (vrs.) conectivos son (8:1,2). De aquí en adelante continuaremos hablando de tres temas importantes a lo largo de este estudio:

1.       La superioridad del ministerio celestial (8:1,2)

2.       El ministerio más excelente de nuestro sumo sacerdote divino (8:3-6)

3.       La superioridad del nuevo pacto (8:7-13) (9:1-10:18)

Después de estudiar estos temas en la clase llegaremos a la gran conclusión: “Tenemos a un gran sumo sacerdote que nos introduce al cielo” (10:19-25)

Por lo tanto, trataremos algunos de estos temas dando grandes saltos y para esto necesitaremos la colaboración de los alumnos para realizar tareas de lectura e investigación guiada por el maestro de la clase.

La Superioridad Del Ministerio Celestial (8:1,2)

En estos versículos encontramos una transición importante, porque el autor se remonta a la designación del Hijo de Dios como Sumo Sacerdote según el orden de Melquisedec, y de esta forma se adelanta a los temas a tratar en el capítulo.

·       “…El punto principal del que venimos hablando…” La expresión “Ahora bien” (kphalaión) “significa, en resumen”. Esto encaja perfectamente en el contexto de (4:14; 5:1,5; 6:20 y 7:3), tras este contexto el autor identifica a Cristo como:

·       “Sumo Sacerdote” que traspaso los cielos, elegido por Dios y del orden eterno del sacerdocio de Melquisedec.

·       “…el cual se sentó a la diestra del trono de la Majestad en los cielos” En 7:28 el escritor define a Cristo como “el Hijo hecho perfecto para siempre”. El salmo 110:4 describe la profecía de David acerca del reino del Mesías y ahora, en este vr. 1, el escritor vuelve a recordar la designación del Padre de sentar al Hijo a su diestra, hasta poner a todos sus enemigos por estrado de sus pies.

·       “ministro del santuario, y de aquel verdadero tabernáculo que levantó el Señor, y no el hombre” Esta breve descripción del Cielo y del ministerio del Hijo de Dios, posiciona a Cristo como superior al sacerdocio terrenal ligado al antiguo pacto porque:

o   Se trata de un santuario y verdadero tabernáculo, esto quiere decir que el tabernáculo del antiguo pacto, además de ser solo una figura del nuevo, fue construido por manos de hombre

o   El nuevo tabernáculo, en contraste con el antiguo, fue construido por la mano del Señor y es de naturaleza divina y eterna.

o   En contraste con el ministerio terrenal, Cristo, sentado a la Diestra del Padre, sirve en el Tabernáculo divino construido por la mano de Dios, y además intercede por nosotros.

o   Tanto el santuario y el nuevo tabernáculo constituyen el lugar de adoración y el servicio ministerial de nuestro Gran Sumo Sacerdote, el cual intercede por nosotros.

La Superioridad Del Ministerio Sacerdotal De Cristo (8:3-6)

La gran transición sacerdotal de la que hemos venido hablando es presentada mediante dos grandes introducciones paralelas en 5:1-4 y 8:3. Aquí es donde la posición sacerdotal de Cristo mediante el Nuevo Pacto toma trascendencia para nosotros. La apertura de los capítulos mencionados señala la actividad y trascendencia del ministerio sacerdotal, pero hace notar la diferencia entre el sacerdocio humano y el Divino.

·       El ministerio del sacerdocio terrenal: Tanto en 5:1 como 8:3 existe la referencia al hecho de que los sumos sacerdotes terrenales son designados por Dios, y 8:3 continúa la idea del autor al mencionar que ellos deben tener también algo que ofrecer y sus características están señaladas en el siguiente orden:

o   Son constituidos a favor de los hombres para presentar ofrendas y sacrificios por los pecados.

o   Deben ser pacientes con los ignorantes debido a su propia debilidad

o   Deben ofrecer por sus propios pecados; “…por lo cual es necesario que también éste tenga algo que ofrecer”.

·       Los sumos sacerdotes según la Ley ministran aquí en la tierra y presentan sacrificios y ofrendas señaladas en el Antiguo Pacto.

·       Sirven como figura y sombra: Solamente son figura y sombra de las cosas celestiales tal y como se le advirtió a Moisés cuando se le ordeno hacer el tabernáculo terrenal que era figura de lo celestial.