Cristo el verdadero reposo de Dios


Lección 5

Hebreos

Texto base: Heb. 4:1-13


En la lección anterior estudiamos el preámbulo de la entrada al reposo prometido en Cristo Jesús, la recomendación es no permitir que la incredulidad endurezca el corazón de los creyentes en Cristo, y por esa razón se nos impida entrar el reposo eterno de Dios.

 “Mirad hermanos. Que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo.”

Esto quiere decir que necesitamos estar atentos a la voz del Espíritu Santo.  

En este capítulo hablaremos de la superioridad de Cristo sobre Josué y el reposo eterno que aún queda para los hijos de Dios. Tenemos una gran responsabilidad de parte de Dios para poder entrar en el reposo verdadero, esa responsabilidad radica en nuestra obediencia a Dios y a su Palabra.

“Dedica tu corazón a obedecer a Dios y a su Palabra porque ella descubre y juzga las intenciones y pensamientos del hombre”.

Después de la importante recomendación del Espíritu Santo

“Si oyereis hoy su voz, No endurezcáis vuestros corazones…”

ahora pasa a recomendarnos mantener una vida integra. Puesto que todas las cosas están desnudas y abiertas ante los ojos de Dios es necesario procurar agradarle para entrar en su reposo santo.

1.       El Fracaso De Israel Por Entrar En La Tierra De Canaán

¿En que consistió el fracaso de Israel?

El pueblo de Israel no logró entrar en el reposo santo que Dios les había reservado en su llegada a la tierra de Canaán, la tierra de la promesa, debido a que escucharon la Palabra de Dios, contemplaron los milagros en el desierto y fueron instruidos por Dios acerca de la Ley para guardarla en sus corazones; sin embargo, no tuvieron fe.

La falta de fe es el impedimento más grande que podemos encontrar para conocer verdaderamente a Dios en su esencia espiritual, y la falta de conocimiento nos lleva a la incredulidad y la incredulidad a la rebelión.

Ø  No tuvieron fe en lo que Dios les había prometido a cerca de la tierra de Canaán en cuanto a las bendiciones que ahí tendrían y el reposo de su caminar en el desierto. (Núm. Cap. 14)

Ø  Su pecado los llevo a la incredulidad, a la rebelión y finalmente a la muerte (Núm. 14:23,29,30)  

Ø  Endurecieron sus corazones después de haber visto las obras de Jehová (Heb. 3:8-11; Sal. 95:8-11)

El pueblo de Israel no logró entrar en el reposo santo que Dios les había reservado en su llegada a la tierra de Canaán, la tierra de la promesa. Josué no le pudo dar a ese pueblo el verdadero reposo porque solo era una sombra del reposo que ahora está prometido por Cristo para nosotros. Sin embargo, es necesario comprender lo que este reposo significaba para ellos y lo que ahora significa para nosotros.

2.       El Reposo De Dios Es La Victoria Final Por La Que Podemos Entrar En El Reposo De Dios

En este punto nos enfocaremos en dos grandes demandas de Dios para nosotros:

Ø  La necesidad que nosotros tenemos de entrar en el reposo verdadero

Ø  La integridad del corazón que Dios espera de nosotros ante la eficacia de su Palabra.

El fracaso de Israel por no entrar en el reposo de Dios ilustra solamente una advertencia a los cristianos que declinan en la fe en Jesucristo, sus promesas y su reposo. El reposo que Dios ha reservado para nosotros no queda limitado al de los israelitas que llegarían a la tierra de Canaán, eso es solo un hecho histórico que era un tipo de nuestro reposo en Cristo, y que se puede observar, tanto en nuestro descanso real en él (Mt.11:28), como en la salvación prometida a los que creemos y esperamos su venida y su reino eterno.

En los versículos del 11 al 16, podemos encontrar dos grandes provisiones de Dios para nuestro peregrinaje en este mundo y todas sus dificultades:

·       La Palabra Viva y Eficaz que nos revela si una persona esta viviendo de una manera plena y espiritual en Jesús, o si se encuentra en un estado de incertidumbre (vrs. 12,13)

·       El auxilio de Jesús, nuestro gran sumo sacerdote que traspaso los cielos (vr. 18)

¿Qué es el reposo?

·       Es una promesa: El contenido de esta promesa en (4:1) se define como, “entrar en su reposo”, este es el reposo que Dios da y por eso es llamado “mi reposo” (Sal.95:11). Para los creyentes el reposo de Dios incluye su paz, confianza de salvación, seguridad en su fortaleza y certidumbre de un hogar celestial futuro (Mt.11:28,29)

·       El reposo verdadero: El reposo verdadero no vino por Moisés ni por Josué, sino por Jesucristo; el anterior era solo un reposo terrenal, que apenas era sombra de lo que incluía el reposo celestial. El reposo celestial se caracteriza por la plenitud de su promesa y su naturaleza, a la cual Pablo llama (epurania) “en los lugares celestiales” (Ef. 1:3)

·       Entrar en el reposo: (Heb.4:11) Aquí se destaca la responsabilidad que se asigna a los que han oído la Palabra de Dios. Es la Palabra que debe ser creída y obedecida para no caer en la desobediencia de los antiguos, es la última exposición del Sal. 95 y la advertencia del (Heb. 3:8-11)

 

3.       Andemos En Integridad De Corazón Como Verdaderos Hijos De Dios

Mientras que la Palabra de Dios proporciona consuelo y alimento espiritual a los hijos de Dios, a los que creen y esperan el reposo prometido también es un instrumento de Dios para medir si nuestra vida está siendo llevada conforme a su deseo y pureza y al mismo tiempo es un instrumento de juicio contra la desobediencia humana. Así entonces la Palabra muestra los diferentes aspectos con los que Dios prueba y observa nuestras vidas.

La Palabra de Dios es:

·       Es Viva y eficaz: De la palabra (energes) que en su significado más concreto es <<enérgico>> y se refiere a algo en acción, activo y efectivo.

·       Espada de dos filos: Un instrumento de ejecución contra aquellos que llegan a desafiar el poder de la Palabra de Dios, se trataba de una espada que se usaba para ejecutar a los condenados a muerte.

·       Penetra hasta partir el alma: Es poderosa para penetrar hasta lo más íntimo de una persona, no hay nada de nuestra vida que no sea penetrado por esta poderosa Palabra.

·       Discierne y examina los pensamientos más profundos: es una expresión como la que declaró el rey David:

o   Oh Jehová, tú me has examinado y conocido.

o   Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme;

o   Has entendido desde lejos mis pensamientos.

o   Has escudriñado mi andar y mi reposo,

o   Y todos mis caminos te son conocidos.

o   Pues aún no está la palabra en mi lengua,

o   Y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda. (Sal. 139:1-4)

Dedica tu corazón a la obediencia, porque esta será fundamental para darle cuentas al Señor y para entrar en el reposo de Jehová sin ningún brote de rebelión y desobediencia.