La firme ancla del alma


Lección 3

Hebreos

Texto base: Hebreos 2:1-18


Lo que más debemos cuidar en nuestra vida es la salvación que nos ha sido provista por el Señor. Sin Cristo nuestra vida queda a la deriva, expuesta a los peligros más grandes de este mundo y a la perdición eterna. Si en realidad creemos y anhelamos una ciudad celestial, una patria mejor que esta tierra, necesitamos prestar atención a la Palabra del Señor.

El escritor de la epístola a los Hebreos tenía en mente a los hebreos, judíos creyentes en Jesús que vacilaban en la fe, el propósito era alentarlos a mantenerse firmes en la fe. La persecución que enfrentaban (10:32-34) los había hecho dudar si habían tomado la decisión correcta al convertirse al cristianismo o no, de ahí que corrían el riesgo de regresar al judaísmo.

La pertinencia de esta epístola es importante para la iglesia de hoy puesto que también hemos recibido a Cristo y así mismo esperamos su Segunda Venida. Necesitamos comprender la importancia de la superioridad de Cristo y su eternidad, por esta razón encontramos aquí los motivos a seguirle siempre.

Como dejamos bien establecido la semana anterior tenemos la gran responsabilidad de parte de Dios a cerca de no descuidar nuestra oportuna salvación en Cristo, haciendo de Él nuestra firme ancla. Si vivimos y establecemos nuestra vida anclados en Cristo podremos estar seguros de que ha valido la pena seguir a Cristo, vivir en él y andar en él. En este capítulo el escritor de Hebreos nos lleva a la reflexión de conducirnos en la vida considerando la gran obra de Cristo en nuestra vida, y la gran confianza de Dios al habernos concedido el mundo venidero desde la misma creación.

 

La Responsabilidad Del Cristiano Frente A La Obra De Redención Por La Sangre De Cristo.

Si bien es cierto que el escritor de la epístola de los Hebreos se dirige a un grupo de hebreos dispersos a causa de la persecución, también lo es que el Espíritu Santo deja a través de la pluma del escritor este importante mensaje para los cristianos de todos los siglos, para la iglesia de hoy, y para dirección de la vida personal del creyente. Por lo tanto y a causa de la grandeza de Cristo y su lugar como Hijo de Dios, nosotros debemos atender con cuidado y reverencia la gracia que nos fue concedida.

Atender con diligencia la Palabra de Dios:

·       “…con más diligencia atendamos…” prestar atención a las cosas que hemos oído acerca de Cristo y su inmensa superioridad, él es el motivo de lo creado y el resplandor de la gloria de Dios (1:2,3), es superior a los profetas y es superior a los ángeles. Esta frase al igual que la siguiente tiene una connotación marina, aquí se refiere a echar las anclas para amarrar la embarcación al embarcadero. Echemos nuestras anclas en Cristo para vivir adheridos a Él.

·       “…no sea que nos deslicemos.” Esta segunda frase se usaba con frecuencia para describir una embarcación que se quedaba a la deriva y se alejaba del muelle. Los creyentes deben estar atentos para evitar que una doctrina adversa los aleje de Cristo y su Palabra fiel, él volverá. Los hebreos deberían tener mucho cuidado de no volver al judaísmo, pero nosotros tenemos la misma responsabilidad de no volver a los viejos rudimentos de este mundo.

·       Hay que navegar con mucho cuidado. Hay que tomarse con firmeza de la verdad única del evangelio y no perder la oportunidad de amarrase al único muelle de salvación. En Cristo tenemos asegurada la redención final.

Hay Que Ser Cuidadosos De Nuestra Salvación:

No hay escapatoria al que descuida la salvación debido a que:

·       La transgresión y desobediencia: Lo primero significa atravesar una línea, e incurrir en el pecado deliberadamente dando la espalda a Dios. Lo segundo se refiere a la acción de cerrar los oídos a los mandamientos del Señor. En ambos casos el Señor nos alerta a mantenernos sobrios y atentos.

·       La desobediencia y descuido de una salvación tan grande: Esta salvación es mayor y fue anunciada por el Señor y confirmada por los apóstoles. La desobediencia del rey Saúl lo llevaron a ser desechado por Dios debido a haber comenzado así la gran apostasía y rebelión contra Dios (1ª. Sam. 15:22,23)

·       Esta salvación fue confirmada por el testimonio del Espíritu Santo.

o   “Con prodigios y señales”

o   “diversos milagros y repartimientos del Espíritu Santo”

Este es el evangelio que hemos escuchado y experimentado, en él vivimos la esperanza de que Cristo ha de volver por los creyentes de todo el mundo. El cielo y la tierra pasarán, serán mudados, pero Cristo no cambia, el sigue siendo nuestra firme ancla del alma.

 

<<Y Tú, oh Señor, en el principio fundaste la tierra, Y los cielos son obra de tus manos. Ellos perecerán, más tú permaneces; Y todos ellos se envejecerán como una vestidura, Y como un vestido los envolverás, y serán mudados; Pero tú eres el mismo, Y tus años no acabarán>> (He. 1:10-12)

La Bendición De Dios Al Sujetar El Mundo Venidero A Los Hombres Redimidos Por Cristo

¿Qué quiere decir esto?

·       Primero: con base en el sacrificio de Cristo y como recompensa a aquellos que alcanzaron dicha salvación, Dios decidió que sean los hombres que viven en el Nuevo Pacto con Jesús aquellos que ellos reinen con el Salvador en el futuro reino milenial y no a los ángeles. Ese la nueva creación de Dios, que se consumará con la segunda venida de Cristo a este mundo, de ahí la razón por la que debemos atender con más diligencia las cosas que hemos escuchado para no deslizarnos como un barco a la deriva.  

·       Segundo: El hombre que estaba destinado desde la creación a asumir dominio sobre la tierra se convirtió en esclavo de Satanás por causa del pecado y por su desobediencia y rebelión contra Dios, el hombre se convirtió en esclavo del pecado y de la muerte.

“¿Qué es el hombre, para que te acuerdes de él, O el hijo del hombre, ¿para qué le visites?”

o   Le hiciste un poco menor que los ángeles: el hombre fue hecho menor que los ángeles en cuanto a dignidad celestial, pero fue hecho a la imagen de Dios

o   “… Le coronaste de gloria y de honra…” El hombre fue coronado de gloria por Dios cuando lo puso sobre las obras de sus manos.

o   “Todo lo sujetaste bajo sus pies”: Adán y Eva fueron puestos sobre las obras de Dios, eso es lo que reconoce el rey David en el salmo 8 cuando reflexiona en la gran pregunta ¿Qué es el hombre? Quizá sea la pregunta más importante que el hombre se pueda hacer.

·       Tercero: Cristo considerando esta esta situación decidió dejar su gloria junto al Padre y venir en rescate del hombre y a retomar la tierra que por derecho le corresponde. Así el Eterno Hijo de Dios apareció en la historia sobre la tierra como el hombre Jesús, para:

o   Librar al hombre se servidumbre

o   Darle al hombre acceso a la presencia de Dios y al lugar santísimo.

o   Recuperar y alcanzar la gloria que estaba reservada para los seres humanos (Gn. 1:26-28)

o   Cristo fue exaltado hasta lo sumo, es decir a lo más alto por causa de su obediencia, sumisión y sacrifico expiatorio (Fil. 2:8)

La Bendición De Dios Al Enviar A Su Hijo Amado A Rescatar Al Hombre Y A Restaurar El Futuro Glorioso De La Humanidad En Cristo.

Aunque por el momento no hemos visto todas las cosas sujetas bajo los pies de los hombres, si hemos visto a Jesús, quién ha de retomar los reinos de la tierra para establecer su reino y llevar al hombre que se ancló a Él para alcanzar el futuro glorioso del reino Mesiánico.

·       Jesús ha sido coronado de gloria y de honra por causa de su muerte y resurrección.

·       Nos salvó por el padecimiento de su muerte en la cruz.

·       Con su muerte todos fuimos resucitados con Él