La resurrección y la vida

Escrito el 06/03/2019
Iglesia Rey de Gloria


Lección 16

Evangelio de Juan

Texto Básico: Juan 11:1-53


Esta séptima señal, aunque separada por varios meses de su séptima exposición, forma junto con ella, el clímax del ministerio público del Señor Jesús; y aunque el Señor se había despedido proféticamente de Israel y en consecuencia con ello habla salido de Jerusalén (10:40) para ya no volver a ella excepto a morir, esta séptima señal es una última invitación , dirigida al corazón de su pueblo, a creer que él es el Mesías, el ungido del Padre (11:42), la solución de Dios a la verdadera necesidad de su pueblo y por lo tanto, la resurrección y la vida (11:25).

Este portentoso y extraordinario milagro constituye la última señal de su ministerio público. Siendo señal, no se trata de un milagro aislado sino de un portento con propósitos específicos,  trascendentes. Por una parte, presentar nuevamente a Jesús como el Mesías quien es Dios en medio de su pueblo. Por otra parte, hacer un último llamamiento a creer y a ser salvos.

1. Lo primero que Juan quiere hacernos ver es que Jesús es el Mesías y por lo tanto Dios soberano (11:1-16).

Todo el enfoque de esta sección es el absoluto control que Jesús ejerce sobre las circunstancias. Como Dios él es Señor absoluto, de su vida y de sus acciones. Su experiencia final no es la de un hombre atrapado por las circunstancias, jaloneado y finalmente empujado  a una muerte trágica en la cruz; sino que se trata del Hijo de Dios que tiene poder para poner su vida y para volverla tomar:

  •  Por ejemplo, la intención de los judíos era arrestarlo al concluir  su último mensaje en la fiesta de la Dedicación, pero su hora no había llegado (10:39).
  • No es manipulado ni chantajeado por las emociones de nadie (11:3)
  • No es controlado ni siquiera por las circunstancias de aquellos amados de su corazón que lo rodean (11: 3-7)
  • Las amenazas y estrategias mortales del enemigo no lo intimidan ni alteran su agenda redentora (11:7—15).

2. Enseguida Juan enfoca las circunstancias de necesidad a las que el Señor dirige su señal (11:17-44).

1. Lázaro, su amigo, tenía ya cuatro días en el sepulcro (vrs 14 y 17). Es claro que el ambiente no es uno cargado de fe pero si se trata de una situación de mucha necesidad. Necesidad de vida y de provisión. La muerte de Lázaro en una sociedad en la que el hombre era la única fuente de provisión para la mujer, significaba el total abandono para sus dos hermanas.

2. La atmósfera de toda la situación no es una de fe clara, firme y definida sino de una fe muy limitada por el factor tiempo y espacio:

En lo que tiene que ver con Lázaro, objeto primario de esta manifestación del poder da Dios, tenía cuatro días en la tumba y no tenía ninguna posibilidad de ejercer su fe (vr 17).

La fe de los discípulos es un tanto vaga e indefinida. No están muy seguros de la identidad de Jesús y por lo tanto no entienden de que les está hablando (vrs 8, 12, 16), por lo que el Señor se alegra de que ellos tengan La oportunidad de presenciar esta señal para que crean (vr 15).

La fe de Marta y de María está profundamente limitada por el tiempo y el espacio:

a.       Circunscrita al contacto directo

"Si hubieras estado aquí... " vrs 21, 32

b.       Muy futurista

"Yo sé que resucitará en al día postrero" vr. 24

La fe de los judíos estaba también limitada al tiempo y al espacio (tiene poder para sanar y evitar que muriera pero una vez muerto, no queda nada por hacer, vr 37).

3. Todos tenían una gran necesidad de una fe clara, definida, firme en Jesús como lo que es: “El Hijo de Dios todo poderoso”, Dios mismo entre nosotros quien es el mismo ayer, hoy y por los siglos y la resurrección y la vida.

3. A esta necesidad el Señor enfoca su gran señal con propósitos específicos:

Para mostrar que él es Dios hecho carne (vr 33, 35). Capaz de involucrarse en la necesidad humana y sentir con los que sienten porque no tenemos un gran sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades (Heb. 4:14).

  • Para proveer la necesidad física de Marta y de María.
  • Para ilustrar el hecho que "Él es la resurrección y la vida" (vr 25)
  • Para que todos creyeran que él es el Hijo de Dios (v r 42)
  • Y para que creyendo:

a.       Aunque estén muertos, vivan (v r 25)

b.       Y el que esté vivo y crea, no muera eternamente f vr 26)

c.       Vea la gloria de Dios (vr 40)

 Como una oportunidad más para que los judíos creyeran en él (vrs 42 y 45).

 Como un elemento de juicio contra los incrédulos que habiendo sido testigos de la portentosa manifestación de la presencia misma de Dios (en forma continua) se han endurecido y rebelado contra él (vrs 46-53 y 3:18).

"Si, Señor; yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, que ha venido al mundo

Amén.