Lección 14
Evangelio de Juan
Texto Básico: Juan 9
Este capítulo contiene “la Sexta Señal” de siete que Juan reporta en el evangelio. Como señales testifican “la divinidad” del Señor Jesús. Las primeras tres muestran cómo el hombre puede ser salvo. Las últimas cuatro últimas señalan los resultados de la salvación. En este contexto es que "la sanidad del ciego" ilustra la regeneración del entendimiento como resultado de haber recibido a Jesús quien es la luz.
A lo largo del estudio de Juan nos hemos venido haciendo la pregunta: ¿Por qué Israel no responde a las manifestaciones poderosas del amor, la gracia y la fidelidad de Dios mostradas en Jesús de Nazaret? Este evento nos dice el porqué. El legalismo produce endurecimiento o ceguera espiritual. Pero el evento no solo señala el problema, sino también la esperanza representada en la docilidad del ciego y la solución gloriosa en Jesús quien es la luz del mundo.
1. La Necesidad a la que esta Señal está dirigida
“La ceguera”
A lo largo de todo el capítulo nos topamos con una casi total incapacidad para discernir la mano poderosa y la voz misericordiosa de Dios en la vida y enseñanza de Jesús de Nazaret. Al reflexionar sobre cada reacción y declaración que se realiza alrededor del Señor, nos damos cuenta que “la ceguera espiritual” es el resultado directo e inmediato de haber adoptado y sometido la vida a un código de justicia personal (legalismo). En el pasaje encontramos los elementos de esta justicia personal, la cual da a luz “la ceguera espiritual” a la que nos enfrentamos aquí:
- La madre de todo código de justicia personal (legalismo) es la religiosidad, y ya sabemos que la religiosidad es la separación de la liturgia de la obediencia interna a Dios (vrs.2 y 16).
- En el tiempo de este evento el cumplimiento de la ley en Israel consistía en someterse a una interpretación particular establecida por el liderazgo. Esta interpretación pone su énfasis en la letra de la ley y jamás en el espíritu de esa ley (el propósito espiritual con el que se dio originalmente). Por consiguiente, la interpretación, no la ley de Dios, prohibía batir, amasar, ungir, lavar y lavarse, y por supuesto, sanar en di a de reposo (vrs.14, 16). Notemos lo absurdo de la interpretación particular.
Todo se evalúa y se juzga a la luz de este punto de vista particular:
- Tiende a rechazar al que no se somete vrs 16,24).
- Busca controlar totalitariamente la vida de los demás (vrs 22,34).
- En actitud y hechos se rechaza a Dios a quien en palabra se confiesa amar y obedecer (vrs 24,29).
2. El Ciego representa la inmensa necesidad espiritual del pueblo, pero especialmente, su esperanza:
Por los vrs.1, 6,7, nos damos cuenta que el hombre era ciego de nacimiento y por lo tanto no sabía lo que era "ver"; por lo que, en cierto sentido podríamos decir que “no sabía que estaba ciego”; y por lo tanto, estaba satisfecho con su situación. Esto es evidente en el pasaje por su actitud totalmente pasiva al principio de su experiencia. Su vida y actitud ilustran perfectamente la condición de la totalidad de esta sociedad de Jerusalén.
El ciego recibe la bendición pero no sabe realmente de donde viene. Todo lo que sabe es que
". . .Aquel hombre que se llamea Jesús, le parece profeta”...
No cree que se trate de un hombre pecador porque hace grandes milagros
Todos conceptos vagos, e imprecisos en relación con la persona del Señor. Retrata perfectamente al pueblo de Jerusalén en esos días.
Sin embargo, notamos en el ciego fe, y esta es la pequeña esperanza de Israel. Acepta que se le ponga lodo en los ojos. Se le ordena que vaya a lavarse hasta el estanque y va y se lava. Luego cuando los Fariseos lo interrogan, lo cuestionan y atacan al Señor, el ciego lo defiende vehementemente, aun con todas sus limitaciones de conocimiento. Cuando más tarde el Señor le dice abiertamente quién es él y lo desafía a creer en él, el ciego se entrega emocionado. Israel, a pesar de su incredulidad, ignorancia y manipulación de sus líderes, contiene dentro de si gente de fe que responderá al Señor y será la base de su iglesia que llevará el evangelio a todo el mundo.
3. La Solución es Jesús “la luz del mundo”
(Vrs 3-12)
En esta señal Jesús vuelve a revelarse al pueblo en un llamado insistente, como su Dios y Mesías porque devolver la vista a los ciegos, es obra exclusiva de Dios (Ex.4:11; Sal.146:8) y es una señal exclusivamente mesiánica (Is.29:18; 35:5 y 42:7).
A través de este evento Jesús le revela al pueblo su gracia infinita y su soberanía (¿Responderá Israel ante esto?):
- Lo sana en un ambiente de incredulidad y aun cuando el ciego no se lo pide.
- Jesús toma la iniciativa usando el lodo y el estanque para estimular la fe del hombre (6-7).
- Jesús usa la sanidad física como instrumento de revelación para mover la fe del enfermo a fin de que sea salvo; como un llamado a Israel:
- En el momento de la sanidad, el ciego solo sabe que el Señor se llama Jesús (11,12).
- Ya cuando es cuestionado por los líderes cree que es profeta (17)
- Para el segundo cuestionamiento ya sostiene que se trata de alguien muy especial venido de Dios (vrs 24-34).
- Finalmente, cuando se encuentra nuevamente con Jesús está listo para creer en él como el Mesías, el Hijo de Dios (vrs 35-38).
- El Señor Jesús, por medio de este evento, ilustra el juicio contenido en el mensaje del evangelio (vrs.35-41):
El ciego que en su oscuridad reconoce su necesidad y abre su corazón al llamado de Jesús y lo reconoce como su única esperanza, recibirá la luz y será salvo.
Pero el ciego que en su ceguera se endurece y no reconoce su necesidad y rechaza a Jesús como su única esperanza, en su ceguera permanecerá y en ella morirá para siempre.