La tercera señal

Escrito el 17/02/2019
Iglesia Rey de Gloria


Lección 9

Evangelio de Juan

Texto Básico: Juan 5:1-47


Acercamiento a la Lección:

1. Como dejamos establecido en la lección anterior, los milagros del Señor Jesús en Juan son señales que muestran o que apuntan más allá de la esfera física, apuntan a una verdad o principio espiritual. El milagro consiste en la sanidad de un paralitico cuya parálisis tiene sus raíces en la vida de pecado que ha llevado. Este es un problema que solo Dios puede resolver. Jesús de Nazaret resuelve el problema; lo cual prueba o apunta al hecho que Jesús es Dios. Por ello el discurso expone ampliamente la divinidad del Señor.

2. El milagro, entonces (5:1-16), demuestra, en forma implícita, que Jesús de Nazaret es el Mesías de Dios y por lo tanto, Dios mismo. Jesucristo es Dios. La exposición que se sigue (5:17-47), lógica y estructuralmente relacionada con el milagro, tiene el propósito de demostrar explícitamente que Jesús de Nazaret es Dios. Por ello su tema es la divinidad de Jesús. Veamos los detalles:

La Lección:

1. La Tercera Señal o el Milagro (5:1-16).

1. Definitivamente este milagro ilustra que la salvación es por la gracia y la misericordia de Dios. Jesús es quien ejerce esa gracia y misericordia, por lo tanto, él es Dios.

2. El milagro deja manifestada la gran necesidad del hombre. Su problema era una enfermedad física que tenía sus raíces en su pecado pasado (vr.14). No toda la enfermedad es consecuencia de problemas espirituales. Es más, la gran mayoría de las enfermedades son únicamente trastornos físicos. Pero si es cierto que se dan situaciones muy especiales en las que algunas enfermedades son la consecuencia del pecado. El caso del paralitico de Betesda es uno de esos casos. Este hombre tenía 38 años enfermo. Rodeado de gente afligida que representa la condición general en la que encuentra la humanidad sin Cristo. Impotente, incapaz, ciega, sin esperanza (Ef.2:12), esperando que algo incierto pasara. El hecho de que un ángel descendía de vez en cuando era una tradición que la gente sustentaba y que Juan simplemente reporta aquí. No se trata de algo que Dios hacia sino de una leyenda con toques y características de milagrería pagana, Dios no actúa de esa manera, Dios no hace milagros impersonales que pueden ser atribuidos a cualquier causa y en los que se beneficia el menos necesitado, el que puede moverse rápido y meterse al agua primero. Dios "no tira la piedra y esconde la mano". Dios cuando actúa, deja su Nombre impreso en su obra. Cuan este hombre sanó, supo que quien lo había sanado era Jesús de Nazaret. Esta era la situación desesperanzada en la que se encontraba este hombre.

3. Pero en esta situación de desesperanza, la gracia de Dios se manifiesta:

  • De todos los enfermos, Jesús se fijó en éste. ¿Por qué? Porque así es la soberanía y la gracia de Dios. La sanidad divina no es un fin en sí misma, es un medio hacia la glorificación de Dios. Es una señal. Dios no sana por sanar. Sana a aquellos a través de los cuales se va a poder glorificar.
  • Le preguntó si quería ser sano. ¿Qué clase de pregunta es ésta? La pregunta implica un llamado al arrepentimiento debido a que su enfermedad era resultado de su pecado. Realmente la pregunta era ¿estás dispuesto a abandonar tu pecado?
  • Luego el Señor lo declaró sano "levántate..."
  • Finalmente el Señor le pide al enfermo sano una demostración de fe al pedirle que cargara su lecho y se fuera a su casa. Era demostración de fe porque la tradición de los ancianos prohibía llevar cualquier tipo de carga el Día de Reposo. Aquel día era de reposo, para obedecer el mandato de Jesús sobre la ley de los ancianos tenía que haber una consideración de que quien lo había sanado era superior a los ancianos.

2. La Tercera Exposición o el Discurso (5:17-47).

En el discurso Jesús explica su divinidad que ya había sido demostrado implícitamente en el milagro o señal. Jesús de Nazaret es el Mesías, es la respuesta de Dios a todos los problemas de todos los hombres, Jesús de Nazaret es Dios.

  • Que Jesús es Dios queda demostrado al declararse por encima de la ley:

"toma tu lecho y vete a tu casa"

Que Jesús es Dios lo demuestra el hecho de que él es igual al Padre:

  1. En obras (vrs.17-21).
  2. En la participación como jueces eternos (vrs.22 y 27).
  3. En honra y honor (vr.23).

Que Jesús es Dios lo prueba el hecho de que él es la resurrección:

  1. De muerte a vida para todos los que creen en él aquí sobre la tierra (vrs.24-27).
  2. De todos aquellos que mueren en él, porque él los levantará en el día postrero (vrs.28-29).
  3. Para todos aquellos inconversos que mueren sin Cristo, Jesús los resucitará a eterna condenación (vr.29).

Que Jesús es Dios lo demuestran cuatro testigos externos:

  1. El caso del paralitico de Betesda sanado (5:1-16).
  2. Juan el Bautista, a través de su mensaje y su vida, apuntó a la gente hacia Jesús como el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo (vrs.30-35).
  3. Sus propias obras muestran que él es Dios (vr.36).
  4. La Palabra del Padre (vrs.37-47).