Lección 3

Evangelio de Juan

Texto básico: Juan 1:6-8 y 15,16

Acercamiento a la Lección:

1. En un contexto del mensaje general del prólogo (1:1-8) (en la vida y ministerio de Jesús de Nazaret, la gloria de Dios es manifestada en forma única) Juan considera absolutamente necesario hacer referencia al primer testimonio del hombre acerca de este mensaje porque el testimonio exalta a Dios, relaciona la revelación con la realidad humana (es puente entre los recursos de Dios y la necesidad humana) y establece la verdad. En este mismo sentido es que Jesús declara en (Mt. 16:16-18) que al ser él el Cristo, el Hijo del Dios viviente y Pedro testificándolo, constituye la roca sobre la que se edifica la iglesia. De aquí la importancia del testimonio de Juan Bautista.

2. Es muy importante que tomemos en cuenta aquí que existe una gran necesidad en la vida de la iglesia en Asia y a esta necesidad es que Juan dirige la enseñanza del testimonio de Juan el bautista:

Aun cuando los evangelios nos presentan a Juan el bautista como un hombre cuya vida y ministerio apuntaban hacia Cristo, es evidente que algunos de sus seguidores no lo veían así. Desde el mero principio hubo algunos que pensaron que tal vez Juan el bautista era el Cristo (Jn. 1:20 y Lucas 3:15).

Conforme el tiempo pasó, algunos de estos seguidores comenzaron a considerar a Juan el bautista como alguien más prominente que Jesús; algo así como un Mesías rival.

Esta actitud dio lugar a todo un movimiento, una especie de secta que se origina en Juan y se desarrolla paralelamente a la iglesia de Cristo y que a su vez, bautizaba en el nombre de Juan (Hech. 18:25 y 19:3) y que ya para los días de Pablo había llegado hasta Efeso.

De acuerdo con los escritos de Clemente “Los reconocimientos Clementinos” 1:54,60, este grupo llegó a reconocer a Juan bautista como el Mesías y se volvió hostil contra la iglesia cristiana.

Recordemos que cuando Juan escribió este su evangelio en medio de esta gran necesidad de la iglesia en Asía durante la última a década  del primer siglo. Es ante esta necesidad que el gran apóstol Juan nos habla de la importancia y estrategia de un testimonio genuino personificado en la vida de Juan el Bautista.

 

La lección

1.- Juan empieza estableciendo una comparación entre Juan el bautista y Jesús para establecer la infinita superioridad del Señor y empezar así a definir la identidad del auténtico testigo:

“Hubo un hombre.....” vr. 6.

Este verbo es “egéneto” que se traduce tres veces en el vr. 3 como “hacer” Aquí de podría traducir “fue creado un hombre…” lo cual habla del principio de Juan el Bautista mientras que de Jesús se  dice “En el principio era el Verbo....” Juan es creación, Jesús es creador.

Juan es un simple hombre mientras que Jesús es El Verbo.

2. Juan continúa su enseñanza y ahora nos habla de las cualidades de las que está formado el testigo genuino de Cristo:

El vr.7 se refiere a la acción de Juan el bautista con la palabra "testimonio" (marturía). Esta palabra viene de “testigo” (mártur) que es aquella persona que declara y respalda con su vida aquello que le consta porque está comprometido con lo que le consta (la verdad) hasta la muerte. Consecuentemente, “marturía” es la acción de “mártur”.

Por lo tanto, el testigo es un testimonio “vino por testimonio”

•  No es él la luz sino el instrumento que lleva la luz vr.8
• Su única misión es que todos crean por medio de él vr. 7b
• Es enviado de Dios vr.6
•  Es solo la voz que clama vr. 23
•  Exalta a su Señor y se subordina a él vrs. 15,16
• Guía a los demás al Señor vr.35

3. Juan concluye delineándonos el mensaje del testigo auténtico:

•  "Enderezad el camino del Señor" (vr.23)
•  "He aquí el Cordero de Dios..." (vr.36)

CONCLUSION: La necesidad absoluta del testimonio cristiano reside en que glorifica a Dios, ejemplifica la relación de la revelación con la realidad humana, establece la verdad y los hombres siguen a Jesús (vr.37).