El Cumplimiento de la Ley Antigua



Lección 5

El Sermón del Monte

Pasaje Básico: Mateo 5:17-20

 

3 palabras de Introducción a la Lección:

  1. Entendamos la hermosa unidad de lo que hemos estudiado hasta aquí. Mateo (5:3-12) nos presenta al discípulo de Cristo en lo que tiene que ver con su carácter. La sal (5:13) es el punto de transición entre 5:3-12 y lo que sigue en el capítulo al hablarnos de la influencia del discípulo en el mundo donde ha sido puesto, por medio de lo que es y lo que hace. Pero esta influencia continua por medio de la luz (vr.14) que nos habla de la proclamación de la justicia de Dios.
  2. Ahora bien, nuestro pasaje (17-20) sostiene una relación vital con lo anterior en el sentido de que: ese ser (3-12), ese ser y hacer (13), ese ser y proclamar (14) se levantan todos sobre la Palabra de Dios que es Cristo.
  3. Este párrafo del 17-20 contiene dos grandes declaraciones  que establecen la relación que existe entre Jesucristo, la Palabra escrita de Dios y nosotros; relación que constituye el fundamento de lo que somos y hacemos

Las dos Declaraciones

1. La justicia de Cristo es el cumplimiento de la Ley y los Profetas y el contenido del Nuevo Testamento.

Cristo es el cumplimiento de la Ley y los Profetas

Advierte que su vida y enseñanzas no contradicen ni nulifican en ningún aspecto al Antiguo Testamento: 

"No penséis que he venido..."

Todo lo contrario, es su misión

"He venido para cumplir..."

(katalúsai ala plerósai). Cristo es el cumplimiento de todo el Antiguo Testamento porque "cumplir " (plerósai) es "completar, llevar algo a su plenitud, a la realización de su propósito final o supremo". El propósito supremo de la Ley y los profetas es cambiar el corazón del hombre y reconciliarlo con Dios. Pero la altura máxima de la Ley y los Profetas es simplemente hablar proféticamente del cumplimiento de este propósito a través de la venida del Mesías. Al venir Cristo, Él realiza, lleva a la realidad ese propósito supremo al morir por nuestros pecados en la cruz, resucitar, ascender a la diestra del Padre y venir a morar en nuestro corazón por medio de su Espíritu Santo.

  • "Ni una “iod” (que es la letra más pequeña del alfabeto Hebreo), ni una “tilde” (que es algún signo pequeño de puntuación) perecerá de la ley...".

Lo que indica que en la Palabra de Dios no existen partes pequeñas, todo es igualmente importante y todo ha sido cumplido en Cristo.

Cristo encierra en su vida y enseñanza el propósito de la ley y los profetas (Galatas 3:24). Al someternos a Cristo, cumplimos toda la ley y los profetas. La ley y los profetas apuntan a Cristo, Cristo nos lleva a Dios y Dios por Su Espíritu forma a Cristo en nosotros. Es decir, por la Palabra escrita llegamos a Cristo ("la ley fue nuestro ayo...") por Cristo a Dios y Dios es Cristo en nosotros la esperanza de gloria.

2. La “Justicia” de los Escribas y Fariseos es “distorsión" de la Ley y los Profetas y por lo tanto, es  legalismo y religiosidad

  • Era externa y no del corazón (Mateo 23: 25-28). 
  • Separaba 'lo espiritual' de 'lo secular' (Mateo 23:23-24). Esto es lo que queremos decir por "religiosidad" que consiste en la sustitución de una relación personal con Dios por la liturgia (las actividades).
  • Su interpretación de la ley era personal, intuitiva, caprichosa que daba lugar y continuidad a interpretaciones convenencieras y a tradiciones humanas (Mateo 15:6,9 y Marcos 7:7).