Las Llaves del Reino



No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino.

Lucas 12:32 

Frecuentemente nos enfrentamos con circunstancias que nos llenan de preocupación, de ansiedad, y de inquietud. Los pensamientos cotidianos basados en nuestros trabajos, problemas, responsabilidades, o enfermedades, saturan nuestra mente al punto en que es difícil conseguir un momento de sueño o descanso. La paz se escapa con demasiada facilidad. 

Una gran parte de nuestros temores vienen cuando pensamos en lo que podríamos “perder”, o de lo que podríamos carecer el día de mañana. A veces tenemos miedo de perder cosas valiosas en el futuro; y no sabemos si seguir a Jesús será suficiente.

Recuerdo la etapa de nuestra vida familiar cuando Dios llamó a mis padres para pastorear la iglesia de tiempo completo. Mi papá tuvo que dejar su trabajo secular para servir a Dios, sin la garantía de un ingreso económico fijo, y muchos temores comenzaron a surgir en nosotros. Quizá servir a Dios y compartir la verdad de Jesús, de tiempo completo, nos haría perder amigos, trabajos, estudios, posición económica, y mas. Pero poco a poco Dios fue cambiando esos temores por fe, y sobre todo por un pensamiento más valioso que cualquier cosa terrenal: La esperanza de experimentar la gloria de Dios. 

En una manera similar, los discípulos de Jesús habían puesto su fe en el Mesías; habían compartido el reino de Dios, pero con el avance del ministerio de Jesús ellos tuvieron que enfrentarse a la ira de los líderes del pueblo judío, a la opresión de los Romanos, y al despreció del resto del mundo. Había muchas cosas que podían causar temor en ellos, pero había mucho más que ganar: La esperanza de ver la gloria de Dios. 

El temor puede causar que dejes de vivir en fe o que dejes de compartir a Jesús, porque es muy fácil pensar en las cosas que podríamos perder – amigos, trabajos, posiciones, y más. – Pero cuando dejas de lado el temor, Dios se dispone para demostrar Su poder para abrir nuevas puertas en tu vida, así como la ha hecho por otros a lo largo de toda la historia. 

Así que cambia tu temor por fe, y toma las llaves del Reino de Dios. Ante cualquier temor, Jesús quiere que te enfoques en este pensamiento positivo: “El Padre ya te ha dado algo mucho más valioso: Entrada a su Reino."

Reflexión y oración: 

  • Ora pidiendo a Dios que te muestre el gran valor que tiene ser una oveja en su mano, y poder entrar al Reino de Dios con libertad. Ora con gratitud. 
  • Ora pidiendo a Dios que quite de tus hombros todo afán y ansiedad, mientras sigues adelante adorando su Nombre, sirviéndole, y compartiendo a Jesús.