Un Nuevo Comienzo



-No teman- los tranquilizó Samuel-, de verdad han hecho mal, pero ahora asegúrense de adorar al Señor con todo el corazón y no le den la espalda. 

1 Samuel 12:20 (NTV)

Pero si confesamos nuestros pecados a Dios, él es fiel y justo para perdonarnos nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad. 

1 Juan 1:9 (NTV)

Después de siete años de matrimonio, Helen se dio cuenta que la relación había sido un terrible error. 

Helen había crecido asistiendo a la iglesia con su familia, decidiendo seguir a Cristo en forma personal desde una temprana edad. Ella era tan dedicada para la vida cristiana que hasta estudió en un colegio cristiano con el fin de evitar todas las influencias que no correspondían con sus valores. Pero después de graduarse y encontrar trabajo, empezó a salir con un compañero que no era creyente de Dios en absoluto. De hecho, él era ateo. 

Los amigos de Helen le advirtieron acerca de las dificultades que enfrentaría en un matrimonio que no comparte los mismos valores, pero ella no escucho los consejos y se casó con él de cualquier manera. Poco tiempo después que sus hijos nacieron, ella dejó de asistir a la iglesia. Finalmente, con ese último recurso de paz y esperanza que surgió de su corazón, el temor se apoderó de ella al reflexionar sobre las miserables consecuencias de alejarse de Dios. 

Una amiga alentó a Helen para que restaurara su relación con Dios. Helen volvió a sumergirse en su Biblia, y a confesar la verdad de Dios. Ella pudo ver que la Biblia era como una carta de amor de Dios para ella. También comenzó a llevar a sus hijos a la iglesia. La sanidad empezó a tomar lugar en su corazón mientras ella dejaba ir el temor y comenzaba a adorar a Dios de verdad. Sus hijos también aprendieron a amar a Jesús. 

Entonces ella comenzó a orar por su esposo. Muchos años después, y a través de tiempos difíciles, él aceptó a Cristo y su matrimonio fue redimido. 

En una forma similar, cuando el pueblo de Israel se dio cuenta que habían pecado al pedirle a Dios que les diera un rey humano en vez de vivir bajo el gobierno justo de Dios, ellos se aterrorizaron delante de Dios. pero Samuel les enseñó cómo experimentar esperanza una vez más a través del arrepentimiento y de volver a la verdadera adoración. 

Si tú has pecado, no tienes que vivir en temor de la ira de Dios sobre tu vida. En vez de eso, pon tu vida verdaderamente en las manos del Salvador. Cambia el temor por un nuevo comienzo con Dios. Mientras tengas aliento siempre hay esperanza en Jesús. 

Reflexión y oración: 

  • ¿Alguna vez has cometido un error que te mantuvo estancado por mucho tiempo? 
  • ¿Hay algún pecado en tu vida que te conduzca al temor en este tiempo? Confiesa tu pecado delante de Dios y recibe un nuevo comienzo hoy mismo.  
  • ¿Hay alguna persona que sientas que te ha ofendido y a la cuál necesites perdonar? Es importante abrazar el ministerio de reconciliación que Jesús nos ha dado, y trasladarlo a todas las relaciones de nuestra vida diaria.