Conozca a su Creador



En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.

Juan 1:1-4

No hay falta de amor de nuestra parte, pero ustedes nos han negado su amor. Les pido que respondan como si fueran mis propios hijos. ¡Ábrannos su corazón!

2ª Corintios 6:12-13

En esta época del año, todos tenemos muchas tareas importantes por realizar. Tenemos reportes anuales que escribir. Cenas de fin de año que planear. Y, por supuesto, regalos por comprar. 

Pero usted tiene algo mucho más importante en que enfocarse esta Navidad: Desarrollar una relación personal y en crecimiento con Jesús. 

¿Por qué debería conocer mejor a Jesús? Hay por lo menos dos razones muy importantes. 

Primero que todo, Jesús te hizo. La Biblia dice: “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.” (Juan 1:1-4) 

Tiene la oportunidad no sólo de conocer al Creador del universo, sino, además, de conocer a su Creador. Ha oído decir a la gente, “En caso de duda, consulte el manual”. Conocer a Jesús es todavía mejor. Si quiere saber cómo sacarle el mayor provecho a su vida, ¿Por qué no conocer a Aquel que le creó? 

Segundo, Jesús abre su corazón para disfrutar una vida con propósito, paz y poder. Una relación con Jesús le asegura un lugar en el Cielo, pero hace más que eso. Dios promete una vida con propósito, paz y poder a todos aquellos que lo conocen. 

Conocer a Jesús de forma personal cambia toda su forma de vivir. Propósito, poder y paz son sólo el comienzo de lo que Dios quiere darle en esta vida. 

Desafortunadamente, la mayoría de las personas están viviendo de una forma tan pequeña e insignificante porque han llenado sus vidas con actividades sin sentido. 

A medida que se acerca la Navidad este año, piense en el posadero que no hizo espacio para Jesús en la primera Navidad. Sus acciones no impidieron que Jesús naciera. Sus acciones no detuvieron el propósito de Dios en la historia. Sólo perjudicaron al posadero. Él perdió el privilegio de albergar al Hijo de Dios en su nacimiento. 

Y es igual para usted. Si no toma tiempo para conocer a Jesús, pierde la oportunidad de conocer a su Creador. Pierde la oportunidad de tener propósito, la paz y el poder que sólo viene a través del Hijo de Dios. Si nunca hace espacio para él, perderá el propósito para su vida.