No silencie a Jesús esta Navidad



-Marta, Marta- le contestó Jesús -, estás inquieta y preocupada por muchas cosas, pero solo una es necesaria. María ha escogido la mejor, y nadie se la quitará. 

Juan 10:41-42 (NVI)

A usted y a mí nos encanta saturar nuestras vidas. Nos sobrecargamos, gastamos en exceso, sobrestimamos y con frecuencia vivimos cansados todo el tiempo. Como resultado, a menudo la verdad de Dios no tiene oportunidad de dar fruto en nuestras vidas. 

Muchas veces Dios le muestra una semilla de verdad – tal vez a través de su estudio bíblico matutino o en el sermón del domingo – y piensa que tiene que hacer algo al respecto, pero casi inmediatamente esto es alejado de su vida y olvidado. 

La verdad no es excluida de su vida a causa del mal. Con frecuencia, las cosas buenas en nuestras vidas desplazan la verdad que Dios quiere plantar en nosotros. Para cumplir con el destino que Dios tiene para su vida, probablemente no tenga que hacer más; tiene que hacer menos. 

Tome como ejemplo a las amigas de Jesús: María y Marta. Un día ellas invitaron a Jesús a cenar. María pasó la tarde escuchando a Jesús. Por otra parte, Marte estaba ocupada siendo la anfitriona, preocupándose por los bocadillos y si todo estaba en su lugar. 

Marta se molestó porque ella estaba haciendo todo el trabajo, mientras que su hermana se había sentado con Jesús. Es ahí cuando Jesús le dice: “Marta, Marta, estás inquieta y preocupada por muchas cosas, pero solo una es necesaria. María ha escogido la mejor, y nadie se la quitará.” (Lucas 10:41-42) 

Cuando usted llegue al final de la vida, solo una cosa importará realmente: ¿Llegó a conocer al Hijo de Dios? Los regalos adicionales de Navidad que pudo comprar, gracias a las largas horas que pasó en la oficina, no importarán. Todo el tiempo que pasó preparando la perfecta cena navideña tampoco importará. Pero si pasó su tiempo conociendo a Jesús, eso importará por la eternidad. 

Así que disfrute la época de Navidad. Envuelva los regalos. Decore su casa de manera festiva. Forme recuerdos con su familia. Pero no deje que esta Navidad se acabe sin pasar un tiempo a los pies de Jesús. Mucho después de que todo lo de esta Navidad se desvanezca, adorar a Jesús es lo único que realmente permanecerá.