Tal vez necesites ajustar tu visión



Jesús habló una vez más al pueblo y dijo: “Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.” 

Juan 8:12

Si nos hicieran una encuesta para preguntarnos a cuál de nuestros cinco sentidos renunciaríamos, si estuviéramos obligados a hacerlo, estoy seguro de que el sentido de la vista sería lo último que abandonaríamos, bueno, al menos la mayoría de nosotros. Muchos individuos podrían funcionar en general sin el sentido del gusto, el olfato, el oído, o el tacto; sin embargo, cuando la visión es retirada, las cosas se vuelven bastante más complicadas. 

Hoy en día muchas personas no sufren de una ceguera total, y algunos otros solo tienen enfermedades de la visión como la miopía, o el astigmatismo. De tal forma que, para que una persona con miopía o astigmatismo pueda ver con claridad es necesario que le realicen un ajuste a la visión, ya sea por cirugía, o por el uso de lentes u otros artefactos. 

Nuestra precisión para poder ver depende, en términos generales, de la cantidad de luz que penetre a través del ojo. Cuando la cantidad correcta de luz no entra correctamente, es cuando nuestra visibilidad se ve comprometida. Podemos notar claramente que la luz es muy importante para nuestra visión. 

Jesús también nos recuerda la importancia de la luz en Juan 8:12, Jesús habló una vez más al pueblo y dijo: “Yo soy la luz del mundo. Si ustedes me siguen, no tendrán que andar en la oscuridad porque tendrán la luz que lleva a la vida.” (NTV)

Cuando nuestra vista esta dañada, lo único lógico que nos queda por hacer es tomar los pasos que se necesiten para corregir esa condición. Ajustar nuestra visión, o nuestro enfoque, no solo nos permitirá ver las cosas que están cerca en una forma mas clara, sino que nos permitirá también ver con un mayor enfoque las cosas mas lejanas que se aproximen a la distancia. 

Así sucede con cada uno de nosotros en un sentido espiritual, un ajuste de visión o enfoque similar se convierte en algo clave, e incluso crucial, para aquellos que profesan fe en Jesucristo, quien declaró respecto de si que “El es la luz del mundo”; porque solamente la luz de Cristo le permite al ser humano ver con mayor claridad, y le da una visión correcta para el futuro, que Él ha guardado para quienes lo aman. 

Necesitamos volver nuestros ojos hacia la luz del mundo, que es Jesús, para que podamos ver con claridad; especialmente los errores que cometemos a diario y no estamos conscientes de ellos. Pero también lo necesitamos para poder tener un enfoque claro hacia el futuro que Cristo ha preparado para quienes le conocen y aman.  

Puntos sugeridos para orar: 

Confesemos de corazón a Dios que necesitamos seguir sus pasos en todos los ámbitos de nuestra vida, para que no andemos extraviados o confundidos. Solamente Él tiene la perspectiva clara y correcta de cada situación, y quiere abrir nuestros ojos también. 

Pidamos a Dios que no nos conformemos con conocerle como hasta hoy, sino que anhelemos y busquemos, cada vez más, seguirle todos los días fielmente. 

Que como iglesia aprendamos a seguir a Jesús reuniéndonos siempre, y que no vivamos un cristianismo que a veces asiste a la iglesia y a veces no, porque eso no es seguir a Jesús de cerca.